Era una mañana fría, Ellisa sentía el piso helado con sus pies cálidos. Hoy no era un día como cualquier otro, era distinto. Hoy Ellisa viajaba por primera vez sola, lejos de sus padres. Su vuelo partia en dos horas y sus nervios estaban a flor de piel, con el reloj corriendo había llegado la hora de embarcar y a Ellisa le costaban las despedidas, por lo que abrazó a su madre como si fuera la última vez, era aquel el último abrazo? Sus manos fuertemente agarradas de las escaleras del avión, Ellisa subía adelante de su amiga Nadia, muerta de risa por el pánico a los aviones que sufría ella. Al sentarse y Nadia guardando los bolsos en el compartimiento, notan que un hombre morrudo estaba sentado en el lado de la ventana de su fila. Ellisa sentia algo extraño en ese hombre, tanto, que se lo comenta a su amiga Nadia quien no coincidía y la empezaba a llamar loca. Pasada las dos horas, Ellisa sin conciliar el sueño, se rinde y decide tomar una pastilla para poder descansar un rato antes del almuerzo. Ella siente una mano sobre su hombro dandole un movimiento suave que la despierta, era Nadia diciendole que ahora iban a pasar a servir la comida. Al tener un poco mas de lucidez, siente una penetrante mirada en su nuca, lo que le genera curiosidad y se voltea, encuentra a dos hombres a filas de distancia de donde ella estaba sentada, mirandola fijamente. A su lado escucha un suspiro de frustración viniendo de este hombre morrudo que tenia sentado a su lado. Minutos después este se para y se dirije hacia el fondo del pasillo, Ellisa inquieta por esta situación extraña, decide seguirlo. Ella apresura el paso cuando ve que este hombre se da cuenta que ella comienza a seguirlo, este camina nervioso y con rapidéz. Ella se detiene al ver que los hombres quienes eran los que minutos antes la estaban mirando fijamente, se levantan de sus asientos y se dirijen hacía ella. Ellisa pierde de vista al sujeto compañero de asiento y logra verlo entrar hacia una puerta sin ningún cartel hacía donde esta llevaba. Nerviosa y asustada decide entrar ya que la otra opción era que esos hombres la alcanzaran. Ellisa abre la puerta poniendo un pie adentro, pero no se da cuenta que un escalón la hace caer al entrar y quedar desplomada en el piso... [[El desquiciado infierno]] [[en mi país de ilusión]] No sabía cuanto había pasado recostada en el suelo, sólo sabía que ese suelo se había vuelto frío y duro. Al recuperar los sentidos nota que no estaba más en el avión sino en un cuarto oscuro y lleno de relojes en la pared, sólo que todos apuntaban la misma hora que vió por última vez Ellisa antes de despegar. Las luces de aquél lugar eran velas incandescentes que dejaban ver dos siluetas con forma de niños y algo más. Estas se acercan con cuidado y se dejan ver las caras de dos niños con el pelo tan rojizo como la llama de aquellas velas que alumbraban el lugar. Ellisa desconcertada les pregunta a los niños donde se encontraba ella, ellos comienzan a reírse y hablar al unísono diciendole que estaba en la mansión del conde blanco, ella asiente y es tomada de la mano por estos dos pequeños, nota que estos tenían cuerpo de oruga y se pone blanca del susto de ver tan extraños seres. Al llegar al final del pasillo, los niños le sueltan la mano al entrar a un living con una mesa que ocupaba todo el largo de esta habitación. Se acerca una mujer con el mismo cabello que aquellos niños y con una tes tan pálida como la de un plato cerámico dejando sobre la mesa una bandeja llena de tazas y una enorme tetera que hacía juego. Al percibir la mirada de Ellisa sobre ella, se acerca a recibirla con cara de desprecio y preguntadole si iba acompañarlos a tomar el té. Esta acepta con agrado la invitación, y escucha sonar un timbre, la puerta principal se abre de par en par con un hombre petizo y un gran sombrero en su cabeza, venía tan deprisa cargando un plato lleno de panecillos, que se tropezó con sus propios pies, pero el plató voló por las alturas de la habitación aterrizando en la mesa junto a la tetera recién servida. El hombre al recuperar la postura, va directo hacía Ellisa saludandola exageradamente feliz. Una vez todos sentados en la mesa, hace presencia el dueño de la mansión que a Ellisa le hacía familiar su cara. Al estar observandoló el devuelve la mirada y va a saludarla agredeciendole cuanto había ansiado su presencia, el le pide disculpas y se aleja, yendose a sentar a la punta de la mesa, dejandose mostrar en el traje que llevaba puesto, un pequeño pompom tan semejante como a la cola de un conejo. El resto de la tarde Ellisa seguía mantieniendo en su mente cómo se encontraba en tan descabellada situación y al cruzar nuevamente miradas con aquél conde blanco, su memoria recuerda la cara de aquel hombre morrudo. [[El infinito laberinto]] [[Decorado de color carmín]] Al despertar, las luces invadían luz através de sus parpádos, un tacto fugaz sobre su mejilla izquierda y unas manos abrubtamente fuertes moviendo su mandíula de lado a lado. Las luces sobre un techo incoloro, pasaban y sólo veía siluetas a su lado, las voces retumbaban en cada esquina de esa pasajera habitación. Las siluetas dejan de moverse y su camilla también, siendo sujetada de sus dos brazos es apoyada en una silla de ruedas y siendo conducida a una habitación llena de caras tan desvanecidas como la suya. Asustada,los dos hombres que la condujeron ahí se fueron alejando con lentitud y manteniendo una charla. Sin comprender mucho, Ellisa se acerca a una mujer, que estaba viendo la televisión de forma tan fija que asustaba, esta al notar su presencia la mira y le pregunta como una mujer tan joven se encontraba en tal infierno. Ella sin comprender mucho le pregunta a qué se refiere con infierno, y la mujer con su mano derecha le hace una seña para que mire el ambiente de la habitaicón en la que se encontraban. Al observar las actitudes o los que haceres de la gente que los rodeaba, la cara de Ellisa se tornó de pánico a miedo, quedando completamente a la vista su reacción dejandola con gritos saliendo de su boca sin ningúna intención de querer parar. Las siluetas de los hombres de blanco casi tan diminutas a lo lejos comienzan a agrandarse con rapidéz, venían por ella una véz más. <img src="http://3.bp.blogspot.com/-08MY3uK5X_I/UdW_yjfQ0CI/AAAAAAAAARA/vifXZgJuhOA/s500/tumblr_mpbfy8zH1M1r74gy5o1_500.gif" width="500" height="300" alt="Two foxes"> Ellisa había sufrido un ataque de pánico, ese era el parte de su terapeuta a un lado de ella mientras esta estaba sumergida en una tina con agua tan helada como de deshielo. Con su cuerpo congelado, escuchando la voz de aquel hombre, ella sólo supo suspirar... [[El final en gramos]] [[Escape en círculos]] [[en mi país de ilusión]] Luego de tomar el té, se hacía de noche y Ellisa con una sensación extraña, había descubierto que aquel hombre podría ser el que la llevó a estelunático mundo. Le ofrecieron a la joven quedarse por la noche, ella se resistió por no querer, pero al ver que era su única opción decidio aceptar la invitación. El conde blanco decide acompañarla hacía la habitación, yendo por un pasillo alargado y decorado por las mismas velas que vió al despertar. Abren la puerta de la habitación, con una cerradura oxidada y que al abrirse rechinaba, esta estaba llena de polvillo, con una luz ténue y un aire frío corría dentro de ella. El conde mira su reloj de bolsillo, y la abandona dejandola sola cerrando bruscamente la puerta. Ellisa asustada, no podía parar de pensar en los diferentes hechos que habían transcurrido en un mismo día, habiendo perdido la noción del tiempo. A media noche se asomó por la ventana observando que el Conde blanco se estaba dirigiendo algún lugar, ella creyó en seguirlo una véz más, ya que la primera vez la trajo hasta acá, una segunda la podría llevar de vuelta al avión. Comenzó a seguirlo sigilosamente sin que él pudiera notar su presencia. El hombre corpulento, se metió entre plantas gigantezcas creando un sendero, al seguirlo la oscuridad invadía los ojos Ellisa, haciendola perderlo de vista. Comenzó a correr buscandolo y se vió atrapada entre paredes gigantescas de arbustos, sin saber a donde la conduciría. Al caminar con la oscuridad acechandola, se tropezó con una rama que la hizo caer dejandola en piso sin fuerzas para poder levantarse. Comenzó a escuchar voces sin saber de donde venían, ella reía que provenían de su propia cabeza... [[Como termina comienza]] [[Imágen]] [[Soundtrack]] Al estar sumergida en la tina, rodeada de agua, sujetada por un chaleco de fuerza. Ellisa comenzó a pensar como poder escapar de aquel lugar, al ver a su psicólogo a su lado, sentado en una silla, con un anotador y bolígrafo, ella le pide que se acerque con un tono provocativo, el al darse cuenta de sus intenciones decidió ignorar. Ellisa decidió no darse por vencida, siendo nuevamente rechazada y le pidió por favor que no confunda el lazo profesional que habían entablado.Ellisa enojada por no haber concretado su objetivo, comenzó a gritar y agredirlo. El terapeuta tratando de calmarla decidió llamar a las enfermeras y junto con ella le inyectaron un sedante, dejandola recostada en la cama de su habitación. Al despertarse, se levantó asustada, jadeando y gritando. Al poder recordar lo que había ocurrido, vió a su lado una jeringa en su mesa de luz, y decidió agarrarla. La enfermera al escuchar los gritos provenientes de la habitación, decidió ir a ver lo que ocurría. Ellisa teniendo la jeringa en su mano derecha no dudo en clavarsela en el brazo a la enfermera, no llegó a gritar o pedir ayuda ya que la tomó por desprevenida y le tapó la boca. Al darse cuenta de lo que había sucedido, empezó a desesperarse y a no poder creer lo que había hecho, luego de varios minutos, sin saber que hacer con la mujer desplomada en el piso, decidió sacarle la ropa y ponersela para aparentar ser enfermera. Al salir de la habitación, empezó hacer de cuenta que no pasaba nada, retomando el trabajo normal de la enfermera, encuentra en el bolsillo del vestido blanco, las llaves con el nombre de farmacia. Al verlas, fue por todos los pasillos buscando la habitación donde se guardaban las pastillas. Al encontrarla, comenzó a buscar las pastillas que al fin acabarían con su propio laberinto. Cerrando la puerta con llave, tomando pastilla tras otra, por fin encontró la salida de su propia cabeza. [[Como termina comienza]] [[Imagen]] [[Sountrack]] Entre voces, sollozos, recuerdos, flashes, el tiempo corría como segundos de horas, en un pozo sordo sin fondo y un sinfin de oscuridad. Se despertó, fría y con calor, callada, pero los gritos le invadían la cabeza. Asustada, pausada, entre el pánico y el olvido, entre el pico de presión y de desesperación. Ellisa sentada,en el pabellón del aeropuerto, con el altavoz pidiendo una cuarta vez a la pasajera restante, era ella. Sin poder creer lo que había soñado en tan sólo minutos, sofocada, sólo supo responder al llamado, escuchando una bolsa romperse a su lado, extrañada observó a un hombre morrudo, levantarse del asiento y dejando ver en su traje una pequeña cola de conejo y en su bolsillo derecho, un reloj de bolsillo colgando de su pantalón. El hombre de espaldas, sientiendo la mirada de Ellisa, se gira, en reverencia hacía ella, despidiendose a lo lejos. [[El infinito laberinto]] <img src="http://www.fahrenheitmagazine.com/wp-content/uploads/2015/09/alicia.gif" width="500" height="370" alt="Two foxes"> <iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/VTgG2SRw878" frameborder="0" allowfullscreen></iframe> *voces que escucha al tropezar* <img src="http://33.media.tumblr.com/2ef0afb28a98c812739eed839c888c6b/tumblr_nifu2mJA8g1rp0vkjo1_500.gif" width="500" height="300" alt="Two foxes"> <iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/4tv6DD3Pp4M" frameborder="0" allowfullscreen></iframe> <img src="https://es.pinterest.com/pin/295971006738923325/" width="500" height="300" alt="Two foxes"> <iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/NNbM9R53coo" frameborder="0" allowfullscreen></iframe> Todavía no era hora de marcharse, y muchos de los invitados seguían repitiendo tazas de té. Aparece la ama de llaves del Conde Blanco, con un ramo de rosas blancas dirigido para Ellias, ella las acepta y le pide si no se podrían poner en agua, la ama de llavez acepta con gusto y trae un jarrón para ellas. Al poner estas flores en el jarrón, empezarona tomar un color rojizo, destiñiendo toda agua que las rodeaba. Ellisa no sabía quién se las había enviado hasta que encontró una tajeta en la cuál aparecía su remitente "De: El cuervo negro" Ella no sabía quién era, pero tampoco era una de sus mayores preocupaciones al pensar que todavía seguí compartiendo una mesa con delirantes y en un lugar en el que no se imaginaba estar. Era de noche, y el Conde le ofreció hospedaje en su mansión por esta noche, Alicia sin más remedio, aceptó. Era casi medianoche y Ellisa no podía consiliar el sueño, decidió salir a caminar para poder despejarse, sin embargo no era la mejor opción que saliera sola, y a tan altas horas de la noche, pero ella sólo creía que el aire nuevo era lo mejor. Caminando, tratando de ocultarse, se encontraba Ellisa. Antes de que todo esto ocurriera, ella había sentido ramas partirse en dos y hojas pegandose en suelas ajenas. Era un hombre menudo, de rostro pálido, con una cicatríz en su ojo izquierdo. Ellisa sólo supo correr ante el peligro que sujetaba ese hombre en una de sus manos, colgando una daga. Yacía en el patio trasero del conde blanco, dejandole color a sus flores blancas, un carmín tan oscuro como corría adentro de su cuerpo. No habitaba más ese cuerpo degollado, sino en el cielo azul como sus ojos y vestido. No había más que decir más que una carta en forma de corazón en la mesa de luz de la habitación de la mujer de pelo rojizo, con piel tanpálida como la de un plato cerámico. En la nota sólo se mencionaban tres palabras y un verbo, "le corté la cabeza". [[soundtrack e imagen]] Luego de escuchar y responder con cortantes respuesta, Ellisa le preguntó a su psiquiatra si era posible salir a caminar ya que necesitaba salir de un lugar tan sofocante como este. Al volver de la caminata por el predio, ella le pidió un favor más, quería pedirle que esa noche no la cedaran, esta noche era un franco requerido de tantos fármacos. El doctor vio el gran compromiso que le había puesto para colaborar y le dijo que iba a hacer lo posible, pero no prometía nada. Al llegar la noche, Ellisa, esperaba ansiosamente si venían a integrarla y si pudo haber confiado en el psicólogo, al pasar el tiempo nadie llegó entonces ellisa tenía que actuar. Necesitaba salir de ese lugar como sea, su cuarto estaba al final de un pasillo, y podía ver desde su ventana quienes entraban y salían de este. Ellisa se quedó montando guardia quedaba gente recorriendo el psiquíatrico, al ver que no había moros en la costa, decidió salir. Al no darle sus cedantes, tampoco hubo control nocturno, y nadie cerró su puerta, lo que hizo más fácil esta huída. Estaba caminando por el pasillo, dirigiendose a la escalera de emergencia del recinto cuando una mano rosó su hombro derecho, Ellisa entró en pánico, pero lo contuvo hasta las últimas consecuencias. Ellisa, aterrada, decidió darse vuelta, y se encontró con el primer rostro con el que tuvo contacto humano al llegar aquí. Era la mujer desquiciada que supo darle la clase de bienvenida que da un demente en un loquero. Ella la observaba, entregandole una galleta. Ellisa desconcertada, la acepta y sin una palabra más, se dirigió hacía las escaleras con rapidéz. Oculta en el descampado, el hambre se hizo presente en medio de su fúga. Al ver en sus manos la galleta, no lo pensó dos veces y devoró de ella dejando migas extendidas por toda su ropa. Ellisa comienza a sentir un mareo instantaneo, nublandole la vista y perdiendo el conocimiento. Fue una mañana de invierno, donde una psicópata asesina había quitado otra vida, apesar de estar encerrada su cerebro funcionaba. Ellisa fue otra victima más, otro cuerpo envenenado y despojado de toda esperanza que había quedado oculto con ella en ese descampado. canción de Ellisa corriendo por el bosque <iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/ZmPL4iOQrTY" frameborder="0" allowfullscreen></iframe> Ellisa corriendo en el bosque <img src="http://www.edna.cz/runtime/userfiles/series/game-of-thrones/47-54bbee2009512cf5eaf5294b0c2fad23.gif" width="500" height="300" alt="Two foxes">