Espejo espejo

Allí estaba mirándome, iluminando mi rostro como el fulgor de la luna en una noche despejada. Estático, sosegado, su resonancia era casi imperceptible. El espejo de la habitación de mis abuelos me devolvía la misma mirada que yo proyectaba. Pero había algo más. Casi era una imitación exacta, casi. No sabía lo que era pero desde luego sentía algo extraño. [[Tocar la superficie del espejo]] [[Volver al salón]]

Acerqué las yemas de mis dedos a la superficie metalizada. Mi respiración se aceleró un poco pues noté que algo cambiaba en mi faz. La fría alineación no se inmutó. Me sentía estúpida, ridícula al pensar que podía entrar al interior del espejo. [[Decidí volver al salón donde mi familia preparaba la cena de Halloween]]

Era estúpido pensar que podía entrar al interior del espejo. Sentía algo extraño pero seguro que era fruto de mi imaginación. [[Decidí volver al salón donde mi familia preparaba la cena de Halloween]]

-¡Olga! –Exclamó mi primo pequeño abrazándome- ¿Dónde te habías metido? Ven, que tenemos que traer los canapés de forma de cala---. ¿Sabes que los ha hecho mi hermano? ¡Se le da muy bien tienes que probarlos! Parecía como si se le hubiera cortado una palabra. Supongo que era porque mi mente no estaba centrada. Pensaba en la superficie acristalada del espejo. Ni siquiera le respondí a mi primo. Me dirigí con él a la cocina. Miré los dos tipos de canapés que había. ¿Cuáles me había dicho? [[Los de calavera]] [[Los de calabaza]]

-¡Venga prueba uno! No creo que se enteren ¡Venga! -Enunció Marcos con cara de pillín. -Bueno…pero si se dan cuenta les diré que has sido tú el que me ha dicho que lo haga. El pequeño miró hacia donde estaban nuestros padres y los abuelos cocinando el resto de la cena y después añadió: -No se darán cuenta. Son un poco tontos. Me reí entre dientes y me comí el canapé que sobresalía del plato. -Mmm tenías razón. ¡Están de muerte! Marcos soltó una risotada y cogió el otro plato de canapés. [[Nos dirigimos hacia el salón]]

-¿Qué haces cogiendo los de calabaza? ¡Te he dicho que los de calavera son los que hace mi hermano –Dijo Marcos soltando un bufido. -¡Ah perdón! Había entendido los de calabaza. ¡Qué tonta soy! A veces tengo la mente en otro sitio y no donde debe estar. ¿Me perdonas? -Ummm bueno…pero sólo si te comes uno. Cogí el que sobresalía del plato y me lo comí de un bocado. - ¡Waaaoh! ¡Están de muerte! Marcos soltó una risotada y cogió el otro plato de canapés. [[Nos dirigimos hacia el salón]]

Dejamos los platos sobre la mesa y nos sentamos en el sofá esperando al resto a que terminase de cocinar. [[La imagen del espejo no se iba de mi mente]]

Mis tíos, mis padres y el resto de primos terminaron de cocinar y apresuradamente pusimos la mesa. Víctor, el hermano de Marcos, se dirigió hacia mi y me habló en voz baja: -Prima, sé que te has comido una calavera, ahora ten cuidado porque vagarás como alma en pena en busca de más calaveras.-Bromeó Víctor pegándome un empujoncito en el brazo riéndose. -¡Venga vamos a la mesa! –Chilló mi madre mirándonos a [[todos.]]

-Es lo --- eso parecía---Dijo mi madre animadamente mientras el resto le reía la gracia. ¿Había dicho algo? ¿Crees que había dicho algo? ¿Por qué parecía que estaba empezando a olvidar las cosas? [[...]]

Estaban hablando y no me enteraba. No estaba allí en la mesa… Esto era raro. Mi mente no paraba de pensar en el espejo. -Voy un momento al servicio.-Dije levantándome de la silla. Salí del salón. -- ¿Hacia dónde iba? [[Ve hacia donde está el espejo]] [[Al baño. Ibas al baño]]

Allí estaba mirándome otra vez y devolviéndome la mirada, de nuevo. Pero esta vez era diferente. Parecía que el espejo brillaba más. Que una luz azulada salía de él. Alcé mi brazo y lo toqué. Podía atravesarlo. Respiré fuertemente alterada. Esto no era real. No…no podía serlo. ¿Por qué su superficie se había vuelto blanda? ¿Qué estaba pasando? ¿Estaba soñando? [[Alargué más el brazo fusionándome con mi ser]]

Me dirigí hacia el baño. Y Me quedé observando mi reflejo en el objeto cristalino. Mi mente volvía a pensar en el. Debía dirigirme hacia el espejo [[Ve hacia donde está el espejo]]

Volví a la misma habitación de mis abuelos pero de otra manera. Era mucho más oscura, una luz anaranjada se colaba por la ventana, como si estuviera anocheciendo. Era como si hubiera entrado en otra dimensión. Miré hacia el sitio por donde había entrado y me vi a mi con la idéntica expresión de terror que tenía ahora mismo. Toqué la fría superficie pero esta vez no pude traspasarla. -Sácame de aquí.-Dije a la persona al otro lado del cristal. Ella decía lo mismo que yo e incluso se había puesto a inspeccionar los bordes del espejo como estaba haciendo en este instante. -¿Quién eres? Era mi imitación perfecta. Ya no veía nada raro en su rostro como lo había notado hace unas horas antes de ponerme a cenar. Ya no podía decir que era casi perfecta. [[¿Y si era yo su imitación?]]

Chillé al espejo mientras unas lágrimas rodaban por mis mejillas. -¡Sácame de aquí! Ella hacía lo mismo que yo Era perfecta Andé hacia atrás. Ella hacía lo mismo -¡Olga! –Chilló mi madre. La voz sonaba tan cercana. Venía del salón donde estábamos cenando. [[Corrí hacia allá]]

Entré en el salón y observé que no había nadie. Los muebles estaban podridos. Los sofás llevaban años sin usarse. Polvo, partículas y una humareda rancia componían el lugar o debía decir aquella dimensión. Tenía miedo mucho miedo. ¿Qué había pasado? ¡Quería despertarme! [[Dirigirse hacia el espejo]] [[Inspeccionar el lugar]]

Anduve rápidamente hacia la habitación de mis abuelos. Allí estaba ella de nuevo. Ningún indicio de que fuera diferente a mí. De hecho era igual a mí. Idéntica. Mi gemela exacta. Sin ningún rasgo de imperfección. [[¿Quien eres?]]

Miré detrás de los sofás. En cada rincón del salón. No había nada fuera de lo común. Todo era igual al salón de la casa de mis abuelos con la diferencia de que este estaba corrompido. Un aura oscura envolvía todo el lugar. Quizás si lograse escapar de aquí. [[Ir a la salida]]

Abrí la puerta de casa y el panorama que había era tan desolador como el interior de la morada. Todo rezumaba a putrefacción. Empecé a temblar. Di un paso y caí al suelo. No había nada en la calle. Me sentía sola, vacía. Las fuerzas me fallaban. Tenía que volver por donde había venido. Tenía que volver al espejo y marcharme de allí. [[Dirigirse hacia el espejo]]

[[-¿Por qué me imitas?]]

[[-¿Eres el espejo?]]

[[-¿Eres yo misma?]]

[[-¿Quién eres?.]]

[[-¿Por qué me imitas?.]]

[[-¿Eres el espejo?.]]

[[-¿Eres yo misma?.]]

[[-¿Quién eres?..]]

[[-¿Por qué me imitas?..]]

[[-¿Eres el espejo?..]]

[[-¿Eres yo misma?..]]

[[¿Por qué sigues haciendo click con el mouse?]]

[[¿Acaso eres su reflejo?]]

[[¿Quién eres tú?]]

[[¿Quién es la persona que está al otro lado de la pantalla?]]

[[¿No crees que tu pantalla podría ser su espejo y tú eres su reflejo?]]

[[Es curioso que sigas haciendo click. La curiosidad es parte del ser humano]]

[[Lo cual me lleva a una conclusión: que la persona del reflejo; tú; eres un ser humano pero yo ]]

[[Quizás yo no lo sea. ¿Entonces quién soy yo?]]

[[Pero volvamos a la historia;quizás así sepas quién soy]]

Creía escuchar mi propio eco. Da igual lo que dijera. El espejo se comportaba y decía lo mismo que yo. -¡Ya basta! –Grité desesperada llorando como nunca lo había hecho en mi vida. Pegué un puñetazo en el cristal y esté empezó a resquebrajarse. -¡No, no! No puedo romperte. Si te rompo nunca saldré de aquí. [[Mi reflejo también lloraba]]

[[Ya no distinguía la verdad de lo que no era verdad.]]

[[Para mí todo era una imitación]]

[[Hasta me imitaba a mí misma.]]

¿Me había quedado encerrada aquí? ¿Pero entonces…quién era la que había entrado en mi dimensión? Miré al rostro detrás del espejo. No había indicio de nada