Teseo agarró su espada, se colocó detrás de su escudo, en posición de defensa, y se quedó inmóvil en su lugar. Dudando de su capacidad, esperó a que el minotauro hiciera el primer movimiento. La gigantesca bestia no tardó mucho en actuar. Lanzó un rugido aturdidor y, a continuación, apuntó sus cuernos hacia él, preparándose para embestir. Llegado a ese punto, temblando, Teseo reaccionó; aunque un poco tarde. Alcanzó a correrse para un lado y esquivar a la bestia, pero no sin consecuencias: su espada quedó tirada en el suelo. [[El héroe recuperó su espada]] [[El minotauro pateó al héroe]]Teseo no dudó ni por un segundo. Fiándose de su habilidad con la espada, se abalanzó valientemente hacia el minotauro, apuntando la hoja directo a su corazón. Desgraciadamente, su táctica no le serviría de mucho contra un ser de tales dimensiones. Su exceso de confianza lo dejó en una posición poco ventajosa. [[Antes de que el joven ateniense pudiese reaccionar...]]Ambos se miraron y comenzaron a caminar lentamente, esperando al mejor momento para atacar. Teseo lo intentó primero, blandiendo su espada, pero fue fácilmente bloqueado por el minotauro. La bestia, cuya fuerza se asemejaba a la de diez hombres, le devolvió el golpe. El hombre logró desviar el mazazo, pero no podría seguir de esta forma por mucho más tiempo. Una vez más, el minotauro lanzó un poderoso ataque. Con las manos temblorosas tras haber aguantado la reciente arremetida, el héroe desistió de defenderse e intentó esquivar. Logró eludir la maza que, afortunadamente, se incrustó en el suelo. Teseo vio una oportunidad para atacar. Como la mano con la que empuñaba su espada todavía estaba entumecida, al ateniense no se le ocurrió algo mejor: aprovechando su ventaja, alzó el escudo y lo lanzó con fuerza contra la cabeza del el minotauro... [[Y el tiro fue acertado]] [[Pero no consiguió golpearlo]]Luego de haber atado un extremo del ovillo a la puerta y de haber sido alentado por sus compatriotas, el joven ateniense se adentró en el laberinto. Con valor, impulsado por su deber, fue recorriendo los confusos pasillos. A medida que se acercaba a su objetivo, podía sentir cómo el olor a muerte se acrecentaba. Por suerte, no estaba desarmado; Ariadna también había conseguido proporcionarle una espada y un escudo la noche anterior. Horas pasaron hasta que halló el camino correcto, el único que llevaba al centro de la estructura. A los costados del pasadizo descansaban montículos de huesos, todos roídos con brutalidad. Sin embargo, motivado por su objetivo, Teseo avanzó sin temor. Instantes después, se encontraba frente a frente con el guardián del laberinto, el minotauro. Desde que había decidido emprender este peligroso viaje, se había imaginado la apariencia de la criatura. Pero solo se dió cuenta de la dificultad de su tarea cuando tuvo en frente a la aterradora bestia. Las pezuñas del monstruo sostenían una montaña de músculos de más de dos metros, con una horrenda cabeza de toro y unos ojos brillantes color sangre que infundían temor a sus víctimas. Empuñando una maza, la criatura caminaba hacia el héroe, cada vez más rápido. <img src="https://2.bp.blogspot.com/-WiNW6iR1DwQ/U8X3QQLZe1I/AAAAAAAAd1s/OX24PGFXawk/s320/teseo-y-el-minotauro-unmitocorto.jpg" width="500" height="700" alt=""> La mítica batalla estaba a punto de comenzar. Inmediatamente… [[El minotauro intentó embestir al héroe]] [[El héroe se lanzó contra el minotauro]] [[El héroe y el minotauro chocaron armas]]Antes de que el joven ateniense pudiese reaccionar, recibió una patada certera en el pecho, que lo hizo volar hasta estrellarse con un de los muros del recinto. [[Dolorido, el héroe yacía contra la pared...]]Dolorido, el héroe yacía contra la pared, intentando reincorporarse sin éxito. Sabía que su final se acercaba. Con brutalidad, el minotauro... [[embistió al héroe]] [[aplastó la pierna del héroe con la maza]]El minotauro apuntó su cornamenta hacia Teseo y echó a correr. El héroe, aún aturdido, no tuvo oportunidad para moverse. Los cuernos de la bestia se clavaron en el pecho del joven, que pereció en el acto. [[El príncipe de Atenas había fracasado.]] La bestia alzó su maza y la hizo descender sobre la pierna del héroe. El miembro se desprendió, enrojeciendo el arma del monstruo. Entonces, el grito de dolor se convirtió en un grito de furia, y el príncipe ateniense... [[intentó apuñalar al minotauro]] [[arrojó la espada a la cabeza del minotauro]]Teseo alzó su espada e intentó clavarla en el abdomen del minotauro, pero su posición no era favorable. Echado en el suelo, revoleó espadazos al aire hasta que la bestia le arrancó la mano con la maza para finalmente tomarlo por el cuello y efectuar el golpe de gracia. [[El príncipe de Atenas había fracasado.]]Teseo alzó su espada y la arrojó con furia a la cabeza de su oponente. La hoja perforó el ojo del minotauro y penetró en su cráneo. La bestia aulló y se desplomó, muerta. Arrastrándose por los pasillos del laberinto, el vencedor siguió el camino de hilo que había dejado. Pero su herida era grave. Un nuevo rastro se formaba a medida que avanzaba, pero esta vez no era de lana, sino de sangre. Finalmente, ya sin fuerzas, el príncipe de Atenas cerró los ojos y sonrió. Su promesa había sido cumplida. Ningún ateniense volvería a ser devorado por el minotauro. <img src="http://runrun.es/wp-content/uploads/2013/04/laberinto.jpg" width="500" height="300" alt=""> Teseo rápidamente voló para recuperar su espada sabiendo que, dada la gran diferencia de tamaño y fuerza con la bestia, su lucha iba a ser inútil sin ella. Con un movimiento muy atlético, el joven alcanzó el arma. Sin embargo, el minotauro, aprovechando que su contrincante estaba en el suelo, se abalanzó sobre él para darle un mazazo. Este ataque fue advertido por Teseo, que tomó la espada y esquivó a la bestia con una habilidad descomunal, quedando ileso y en ventaja. [[El héroe se lanzó contra el minotauro]] [[El héroe y el minotauro chocaron armas]] [[El héroe saltó a la espalda del minotauro]]Teseo rápidamente voló para recuperar su espada sabiendo que, dada la gran diferencia de tamaño y fuerza con la bestia, su lucha sería inútil sin ella. Con un movimiento muy atlético, el joven alcanzó el arma. Aprovechando que su contrincante estaba en el suelo, el minotauro se dirigió hacia él con violencia. [[Antes de que el joven ateniense pudiese reaccionar...]]Con el minotauro descolocado, Teseo aprovechó su ventaja y saltó a la espalda de su rival, dejándolo con menos posibilidades. [[El minotauro golpeó su espalda contra la pared]] [[El héroe clavó su espada en la espalda del minotauro]]Para sorpresa de Teseo, el minotauro se dirigió de espaldas a la pared, a gran velocidad. El joven no se despegó de su rival a tiempo y, segundos después, sufrió un grandísimo impacto. [[Dolorido, el héroe yacía contra la pared...]] Teseo, encima de la bestia, aprovechó su posición y sacó su espada para terminar con la pelea. Con todas sus fuerzas, clavó la hoja en la espalda del minotauro. Éste lanzó un rugido aterrador y, pocos segundos después, cayó inerte al suelo, muerto. [[El príncipe de Atenas había triunfado.]]Con una puntería excepcional, el héroe consiguió golpear a su oponente. El minotauro se tambaleaba y Teseo tenía la iniciativa. [[El héroe saltó a la espalda del minotauro]] [[El héroe arrojó su espada a la cabeza del minotauro]]La puntería del héroe falló y el escudo voló por encima de su oponente. El minotauro, enfurecido, levantó su arma del suelo y arremetió contra Teseo, haciendo que se estrellase violentamente contra uno de los muros del recinto. [[Dolorido, el héroe yacía contra la pared...]]Teseo alzó su espada y la arrojó con furia a la cabeza de su oponente. La hoja perforó el ojo del minotauro y penetró en su cráneo. La bestia aulló y se desplomó, muerta. El joven ateniense pisó el cuerpo de la bestia y con fuerza sacó su arma, la limpió y la envainó. [[El príncipe de Atenas había triunfado.]]Tras la gran victoria, el minotauro divisó el hilo dorado que Ariadna le había dado a Teseo. Sin saber a dónde se dirigía, empezó a seguirlo. Finalmente, recorriendo lo que hasta ese entonces había sido lo único que conocía, llegó a la puerta del laberinto. Luego de devorar a los sacrificios atenienses que aguardaban en la entrada, el monstruo se quedó reflexionando. Abandonar el laberinto sería dejar atrás el lugar donde había vivido toda su vida. Pero también podría vengarse de los que lo habían encerrado allí, o simplemente escaparse a un lugar lejano. Después de unos minutos, se decidió por salir del laberinto y... [[cobrar venganza.]] [[escapar.]]Tras tirar la puerta, el monstruo, cargado de un inmenso rencor por haber tenido que vivir su vida completamente aislado, decidió aniquilar a quien se cruzase en su camino. Así fue la bestia, matando sin reservas. Su intención verdadera era llegar hasta donde estaba el rey Minos, el tirano que lo había encerrado años atrás. No descansó hasta llegar a su palacio. Para su disgusto y sorpresa, no se encontró con el rey, sino con Ariadna. La princesa, al ver a la bestia, comprendió que su amado había fallado y comenzó a sollozar. [[El minotauro devoró a Ariadna]] [[El minotauro siguió su camino]]Tras tirar abajo la puerta, el minotauro salió de su prisión y se deslumbró con el sol. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz del día, pudo ver a lo lejos el palacio. Tenía la oportunidad de vengarse por el encierro y la desolación que le había causado el rey Minos. Pero no lo hizo. Por un rato largo se quedó quieto, contemplando el paisaje que, a comparación del laberinto, le parecía inmenso y agradable. Desistió de la idea de buscar venganza. Empezó a correr hacia el bosque y a perder de vista el palacio, para poder comenzar desde cero su vida. <img src="https://img.webme.com/pic/h/horroscopo/primer_orden_minotauro.jpg" width="600" height="400" alt="">El minotauro se lanzó rápidamente hacia ella. Con una velocidad y crueldad feroz, la devoró. Sus razones para hacerlo eran muy claras: todo lo relacionado a Minos lo hacía enfurecer. Después de acabar con la princesa, la bestia se propuso hallar al rey para terminar con su venganza. Finalmente, después de recorrer casi todo el palacio, lo encontró escondido en una pequeña habitación. Sin darle chance, se abalanzó sobre él, lo despedazó sin piedad y se lo comió. La criatura pudo descargar por fin su odio y frustración sobre el hombre que lo había encerrado. <img src="https://vignette2.wikia.nocookie.net/godofwar/images/b/b0/Minotaur_concept.jpg/revision/latest/scale-to-width-down/342?cb=20100727071948" width="400" height="600" alt="">El minotauro apaciguó su cólera por unos momentos. Al ver a Ariadna llorar y desplomarse en el suelo, la hizo a un lado y siguió caminando. En frente de la mujer, yacía el cuerpo de un soldado y, a su lado, su espada ensangrentada. En un arrebato de cólera, la princesa tomó el arma, corrió hacia la bestia y la insertó en su espalda. Con un aullido de dolor, el minotauro cayó al suelo. Mientras la joven huía, la criatura intentaba sin éxito arrancar la espada de su lomo. Desangrándose, se levantó, anduvo unos metros y se desplomó, ahora sí, muerto. <img src="http://carriehaddadgallery.com/Art/Minotaur%2C2005%2C%209ft%2C%20bronze%2C%2478000-d.jpg" width="500" height="300" alt="">Tras la victoria, el héroe siguió el camino de hilo que había dejado. Nuevamente en la entrada, se reunió con los trece jóvenes que lo habían acompañado. Al oír los vítores de los reclusos, Ariadna abrió la puerta. No tardaron en embarcarse y poner rumbo a Atenas. Durante el trayecto, una gran tormenta los obligó a detenerse en la isla de Naxos. [[El héroe dejó a su amada.]] [[El héroe y su amada se casaron.]]Algunas leyendas dicen que Teseo, no queriendo casarse con la hija de su enemigo, abandonó a Ariadna en la isla; otras dicen que se olvidaron de que había bajado; y otras, que el barco tuvo que alejarse debido a la tempestad. Lo cierto es que la embarcación partió dejando a Ariadna en la isla y separando, por tanto, a los jóvenes. Semanas transcurrieron hasta que el héroe llegó a Atenas en su navío de velas... [[negras.]] [[blancas.]]El héroe y su amada se casaron en la isla, uniendo así las familias reales de Creta y Atenas. Semanas transcurrieron hasta que los recién casados llegaron a destino en su navío de velas... [[negras.]] [[blancas.]]Como le había prometido a su padre, Teseo cambió las velas negras de la embarcación por unas blancas, señal de que había triunfado. El rey Egeo, que esperaba con impaciencia junto al mar, se puso eufórico al ver el barco y organizó una fiesta de bienvenida para los viajeros. Aliviado y orgulloso por el retorno victorioso de su hijo, nombró al mar Teseo, en su honor. La tarea del héroe había sido cumplida. Ningún ateniense volvería a ser devorado por el minotauro. <img src="https://blenderartists.org/forum/attachment.php?attachmentid=272482&d=1385287169" width="500" height="300" alt="">Teseo, debido a la euforia del triunfo, olvidó cambiar las velas negras por unas blancas, como le había prometido a su padre en caso de que triunfase. El rey Egeo, al ver el barco, creyó que su hijo había muerto y, no pudiendo soportarlo, se arrojó al mar desde lo alto de un acantilado. En honor a su padre, el triste pero heroico nuevo rey de Atenas decidió llamar Egeo al mar. Y vivió para triunfar en numerosas batallas, uniendo así al estado ateniense. La tarea de Teseo había sido cumplida. Ningún compatriota suyo volvería a ser devorado por el minotauro. <img src="https://i.pinimg.com/originals/e7/dd/ff/e7ddffffc6ede1540bd4149f7c6f85f5.jpg" width="340" height="500" alt="">